La ventaja comparativa de los gigantes: no pagar impuestos

Reino Unido ha puesto coto a los posibles casos de evasión fiscal entre las grandes multinacionales. Los legisladores de ese país han interrogado a ejecutivos de Starbucks, Google y Amazon para saber cómo es posible que mientras anunciaban ingresos de miles de millones de dólares por ventas apenas pagasen impuestos. El Comité de Cuentas Públicas, que supervisa los asuntos financieros,  ha instado a esas compañías a probar que están al día de sus pagos a la Hacienda británica.

Las autoridades inglesas han tomado esta decisión ante la creciente preocupación pública y política sobre la evasión de impuestos por parte de grandes empresas internacionales. El detonante fue que desde 1998 la cadena de cafeterías Starbucks solo ha pagado en impuestos 8,6 millones de libras (unos 10 millones de euros) de los más de 3.000 millones de libras (unos 3.700 millones de euros) que ingresó con la venta de sus cafés.
Starbucks tributa Holanda y EEUU; en Amsterdam opta por el sandwich holandés, que es un mecanismo de elusión fiscal que consiste en que en Holanda, para ciertas sociedades no residentes, existen diversos escenarios o practicas exentas o casi exentas de tributación.

«Una de las ventajas más curiosas de este tipo de blanqueo de capitales es que, Holanda es uno de los escasos países del mundo donde, asesorados por un abogado holandés, es posible reunirse con las autoridades fiscales, definir nuestro modelo de negocio y negociar y plasmar por escrito el efecto impositivo que sufriremos si hacemos lo que realmente nos hemos comprometido a realizar».

«En el Sandwich holandés todos los dividendos generados en la actividad serán pagados o traspasados por la Sociedad holandesa (que en realidad es una mera sociedad instrumental o más comúnmente conocida como «empresa fantasma») a su matriz en las Antillas Holandesas, que es donde está la verdadera matriz, siendo el coste el negociado y firmado con anterioridad entre la empresa y las autoridades fiscales holandesas, en cualquier caso nunca superior al 3%»
Pero ante las crecientes protestas frente a establecimientos y críticas del parlamento británico y mediáticas, la empresa estadounidense Starbucks ha cedido y ha anunciado que pagará un mayor impuesto de sociedades, renunciará a deducciones fiscales y hará frente a una cantidad significativa de impuestos en 2013 y 2014, independiente de si la empresa es rentable o no en estos años.

Google, facturó en 2012 en Reino Unido unos 3.150 millones de euros, y pagó únicamente 4,2 millones. El monstruo de la red evade impuestos en ese país canalizando sus ventas a través de su filial en Irlanda, así la tasa se reduce al 3,2% sobre sus ganancias fuera de Estados Unidos.

Por último Amazon Reino Unido, pagó menos de 1,2 millones de euros a Hacienda, y generó en UK entre 4.200 y 5.700 millones de euros en 2011, según documentos legales citados por Reuters. Esta multinacional evita los impuestos británicos informando de sus ventas europeas a través de una unidad con sede en Luxemburgo.

Les recomiendo los dos vídeos que siguen, el primero de «La Sexta Noticias» donde se observa como una comisión del Parlamento Británico interroga a los directivos de las citadas multinacionales sobre el tema que nos ocupa, y el segundo descriptivo y de «Euronews» donde se puede contrastar la información del principio.

Líneas de actuación.

La Comisión Europea recomendó el pasado Diciembre a todos los Estados miembros introducir en sus regímenes fiscales nacionales una «cláusula anti-abuso» con el fin de impedir que multinacionales como Amazon, Google o Starbucks aprovechen las diferencias entre países para esquivar el pago de impuestos.
Esta «cláusula anti-abuso» uniforme permitirá que los Estados miembros obliguen a las empresas a tributar de acuerdo con sus actividades económicas reales en su territorio e impidan cualquier montaje artificial con el que se pretenda eludir impuestos.
De lo que se trata es de acabar con las prácticas de planificación fiscal agresiva por parte de las multinacionales, que según Bruselas respetan la legislación pero se aprovechan de tecnicismos y lagunas para evitar el pago de lo que equitativamente les corresponde. La idea es que los impuestos deben pagarse en el país donde se produce la actividad económica real.
El Ejecutivo comunitario pide además a los Gobiernos que eviten la competencia fiscal perjudicial entre ellos. Para ello propone reforzar el existente código de conducta de la UE de fiscalidad de las empresas y extenderlo también a las personas con rentas más altas.

La mirada subjetiva.

Nos encontramos en un mundo donde las argucias de ingeniería financiera sirven de instrumentos a las multinacionales para evadir impuestos que, en la situación actual de crisis, son cruciales para el sostenimiento y desarrollo económico del país.
Estas sociedades no sólo pagan menos que las PYMES, sino que defraudan al Estado y en definitiva al ciudadano de a pie, beneficiándose de lagunas jurídicas. En este sentido me parece muy buena la reacción del Reino Unido y sus habitantes presionando a la empresa para lograr recuperar sólo lo que les pertenece, y creo que la UE, aunque tarde, está en el camino de reforzar esa política antifraude fiscal de las multinacionales.
Para concluir quiero reseñar que estas prácticas son, a mi modo de ver, tan ilícitas como otras que nos encontramos en el día a día, las cuales la AEAT se esfuerza en su erradicación; y que la única diferencia de una a otra son las manos que las mueven. Una vez más el ámbito de los servicios se encuadra dentro de los más desprotegidos y donde falta más regulación legislativa.

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